Haití, la historia que pocos conocen
Haití es una pequeña nación situada al lado oeste de una pequeña isla que comparte con la República Dominicana. Hoy, es la nación más pobre del continente americano, y ayer la más rica y poderosa de las colonias de los imperios europeos en el Caribe. Fue la cuna de la piratería, y al mismo tiempo, la tierra fértil donde se cultivó la semilla de la libertad de los esclavos y los pueblos explotados por los grandes imperios. Por eso, hoy paga con hambre, sangre y sudor el haber tenido el valor de emanciparse y ayudar a emanciparse a los demás.
Lo que se conoce en la historia como la “Revolución Haitiana” fue la máxima expresión de la lucha de las clases sociales oprimidas contra sus opresores. Haití, era una colonia francesa rica en producción de pieles y azúcar. treinta mil amos franceses eran propietarios de mas de 500 mil esclavos negros traídos del África, cazados como animales por los mercaderes de esclavos europeos y traídos a América en los llamados barcos negreros.
Los esclavos trabajaban hasta muerte y hasta eran sacrificados o lanzados al bosque cuando ya no eran útiles. Ese nivel de explotación provocó la rebelión que culminó con el levantamiento que forjó la Republica de Haití en 1804, la primera nación de hombres negros independientes en el mundo.
Pero la esclavitud, aunque había terminado en Francia con la revolución de 1789, era legal para los franceses fuera del país, y en Estados Unidos era un modo de producción normal que vino a terminar 61 años después. Por eso, Estados Unidos no reconoció a Haití como nación y cortó toda negociación con la joven republica, lo mismo que las demás colonias que ordinariamente comerciaban con Haití. Francia y las demás naciones de Europa no le perdonaron a los negros esclavos haberse liberado de sus verdugos blancos y se aprestaron a invadir la media isla. Por esa razón, temiendo que los franceses entraran por la parte este de la isla que ocupa República Dominicana hoy, que en esa época no existía como tal sino como colonia española, los haitianos ocuparon ese territorio y abolieron en éste también la esclavitud.
Como no logró recuperar la colonia, Francia obligó a Haití a pagar una monstruosa cuota de dinero por compensación de las propiedades embargadas por la revolución de 1804 a los colonos franceses. Haití, para poder sostener el mercado de pieles y azúcar a Francia tuvo que acceder a tal abuso. Haití estuvo pagando a Francia esa “deuda” hasta mas de cien años después de su independencia.
España, no le perdona a Haití haber ayudado a Simón Bolivar, a liberar a Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Perú, de su dominio colonial. Y Estados Unidos invadió a la pobre nación a principios de siglo XX para apoderarse de sus riquezas y garantizar las ganancias de sus empresas en el país.
Un país empobrecido pierde la capacidad de educarse y por consecuencia de levantarse de sus precarias condiciones de vida. En ese estado de subdesarrollo se producen las tiranías que profundizan el atraso de las naciones. Haití cayó bajo una férrea y corrupta dictadura, la de los Duvaliers, que se prolongó por mas de la mitad del siglo XX, al final del cual cayó en una constante de inestabilidad política que no le ha permitido salir adelante.
No han sido solo los huracanes y el terremoto del 2010 los culpables de la suerte de Haití.
Estados Unidos financió y ejecutó con contratistas americanos el derrocamiento del presidente haitiano Jean Bertran Aristides durante la administración de George W. Bush. Solo porque el departamento de estado temía a las posturas independientes del joven líder. Desde ahí en Adelante, Haití es víctima de corrupción por todos lados y el asesinato del presidente, Jovenel Moise, no es mas que consecuencia de la misma suerte de la pequeña nación abusada.
