Por Ramón Peralta
Por años hemos estado escuchando de ciertos sectores de la población norteamericana, epítetos denigrantes contra los inmigrantes, catalogándolos de ladrones, asesinos, vende drogas, analfabetos, asaltantes, sucios y otras “bonitas” palabras mas. El último y mas importante cantor de estos epítetos fue el ex presidente Donald Trump, quien durante los años de su presidencia no cesó de lanzar improperios contra el inmigrante y su deseo de construir una gran muralla para que no infiltraran el territorio americano con sus malos vicios.
Pero resulta que, junto con su salida de la presidencia, llegó el Covi-19 causando una catástrofe en el sector laboral y trayendo como consecuencia escasez de manos de obra en diversas áreas del sector laboral, sobre todo aquí en Michigan en el sector agrícola. Eso ha provocado que suplidores de vegetales y frutas echaran el grito al cielo, invocando la necesidad de que se dieran facilidades para importar fuerza de trabajo extranjera. La necesidad de mano de obra no solo se está produciendo en el área agrícola, sino también en otras, que son suplidas por inmigrantes, como la industria hotelera, las empresas procesadoras de carnes, construcción, áreas de servicios y los restaurantes.
Debido a la urgencia, se ha estado implorando al gobierno que cambie el sistema y abra las puertas a los inmigrantes extranjeros para suplir de mano de obra en aquellas áreas donde el americano tradicionalmente se ha negado a trabajar y en aquellos sectores, que debido a la incidencia del Covid 19, se han producido bajas considerables de la fuerza de trabajo. De manera que, de un momento a otro, un sector de la población americana ha comenzado a valorar al inmigrante de una manera distinta. Ya se están dejando atrás aquellas viejas concepciones, arraigadas en amplios sectores de la población, en las que se catalogaba al inmigrante como un parásito social y consumidor persistente de los recursos del estado, cuando en la realidad era todo lo contrario.
Los datos muestran hasta la saciedad que el inmigrante es y siempre ha sido un contribuidor importante a la economía norteamericana, incluso aportando altas sumas a programas sociales, como el Social Security, del que muchos de ellos no serán partícipe en el futuro.
Los datos económicos concernientes a la aportaciones que hace el inmigrante a la economía del país siempre han sido sólidos. Cerca de un cuarto de los nuevos negocios en Estados Unidos son creados por inmigrantes, sobre todo en estos momentos de la pandemia. Por eso, mantener las puertas abiertas a los sectores inmigrantes será un elemento crucial para devolver al país a la situación previa a la pandemia. Es lamentable que sea la pandemia la que haya hecho que los inmigrantes sean valorados como merecen.
Por otro lado, y como resultado del aumento poblacional hispano puesto de manifiesto en el último censo, tenemos la buena noticia de que será creado un distrito de mayoría hispana, lo que nos dará la posibilidad de elegir representantes hispanos ante el Condado de Kent, aquí en Michigan. No hay lugar a dudas, que iniciativa como ésta nos ponen en el camino correcto de lograr un instrumento para reclamar los derechos de nuestra comunidad. ¡Hacia adelante hispanos, que ha llegado nuestro momento!
