Por Ramón Peralta

En los últimos años los especialistas y estudiosos del medioambiente nos han estado alertando sobre los efectos del cambio climático y las consecuencias dañinas que eso representa para la vida del planeta tanto ahora como para el futuro.  La alerta ha provocado numerosos congresos y cónclaves de líderes mundiales con el fin de tomar medidas para enfrentar el hecho. A pesar de eso, todavía existen incrédulos, quienes tachan de mentiras las conclusiones y estudios que hasta ahora se han hecho sobre el tema.

Entre los mas enconados opositores se encuentran los propietarios de grandes empresas petroleras, generadores de energía sucias, corporaciones, factorías y sobre todo, políticos sin consciencia y  ligados a estos sectores de la contaminación, ya que les interesa mas mantener sus posiciones que el sano destino de la humanidad. A pesar de todo, sectores sanos de la comunidad mundial siguen manteniendo las esperanzas de cambio, este hecho se puso de manifiesto en el reciente congreso patrocinado por las Naciones Unidas, llamado COP26, y al que acudieron  líderes mundiales, y se establecieron importantes resoluciones para hacerle frente al problema.

A pesar de las positivas promesas y resoluciones tomadas en el reciente congreso del clima, hay quienes se mantienen escépticos, ya que, no es la primera vez que se aprueban medidas de esa naturaleza para enfrentar el problema climático y al final no se ponen en práctica. Eso pasó con las conclusiones tomadas en el encuentro del cambio climático, celebrado en Paris en el 2015 y que se denominó “Acuerdos de Paris”. Allí se trazaron metas y se establecieron promesas para poner controles y detener el curso del deterioro del clima. Sin embargo, la primera piedra en el camino a las resoluciones de los “Acuerdos de Paris”, la puso la administración Trump al decidir desconocer esos acuerdos, aun cuando Estados Unidos es uno de los países que mas contribuye a la contaminación del clima.

El problema para la implementación de los acuerdos que se tomaron en la última conferencia del clima y los que se tomaron antes, es que los principales promotores de la contaminación están detrás de poderosos sectores, que ven afectados sus intereses económicos si se implementan las medidas correctivas, a pesar de que las expectativas para el futuro de la humanidad no son muy buenas si no se llevan a cabo las medidas correctivas. Otros obstáculos son los gobernantes de países subdesarrollados y aquellos donde existen grandes áreas forestales, y que han cerrado los ojos al proceso de la deforestación. Un caso específico es el gobierno de Brasil, donde la desforestación ha estado diezmando la Amazonia, considerada por los expertos como el pulmón del mundo y un gran absolvedor del bióxido de carbono que va al aire.   

La preocupación para enfrentar el problema de la contaminación son los efectos que en el presente estamos viendo y que cada vez están produciendo mas daños, como son: aumento de las sequías, fuegos, inundaciones, frecuentes huracanes, aumento de las temperaturas, el deshielo, etc. No hay lugar a dudas, que para enfrentar estos problemas climáticos se necesitarán grandes recursos, por lo que las naciones mas ricas tendrán que ponerse de acuerdo para ayudar a las naciones mas pobres. En el último encuentro climático al que hemos hecho referencia, se determinó que los países ricos destinen $100 billones para ayudar a los países pobres en la lucha contra el calentamiento global. Dudamos que eso se haga realidad, ya que, en las mismas naciones ricas se ha hecho cuesta arriba aprobar recursos para combatir el problema.

Por otro lado, no debemos pasar por el alto, el hecho de que también a los ciudadanos del planeta nos toca nuestra cuota de responsabilidad en el enfrentamiento del problema y que conllevará cambios en nuestras rutinas diarias de vida. Por ejemplo, debemos estar preparados para reducir el consumo de combustibles y por supuesto, a buscar otros medios de transporte y que contribuyan menos a la contaminación; regular nuestros consumos de energía y buscar la manera para usar mas, lo que se ha dado en llamar energía limpia; contribuir lo mas que podamos al reciclaje, para evitar que los plásticos y otros materiales vayan a contaminar nuestras fuentes de agua y los mares. Por tanto,  el cambio climático es un reto que nos toca a todos si queremos legar un mejor futuro para nuestras generaciones venideras.