Por Ramón Peralta
Una frase que ha quedado marcada en la historia americana y que muchos la levantan como símbolo de estas tierras, es aquella que dice: “America the land of the free” (América la tierra del hombre libre). Sin embargo, en la práctica la frase no ha sido tan bella como se pinta. En la trayectoria histórica del país millones de norteamericanos se han visto marginados de ejercer sus libres derechos por poseer una pigmentación diferente a la blanca o por proceder de tierras extrañas a las que llaman “incivilizadas”. No son pocos los hombres y mujeres que han entregado sus vidas para revertir esta realidad. Precisamente esta semana celebramos la vida de uno de estos grandes hombres: Martin Luther King.
A pesar de la sangre derramada y el testimonio vivo de otros miles, todavía hoy hay quienes quieren mantener ese oscuro pasado aun para usarlo para alcanzar el mas alto puesto de la nación, como pasó con la pasada presidencia de Donald Trump. No fueron pocas las veces que ese señor, aun ocupando el mas alto puesto de la nación y en franca contradicción con los mas altos principios de la nación, lanzó epítetos e insultos denigrantes contra los inmigrantes sin la necesidad de hacerlo y a su vez, sin recibir las reprimendas de lugar.
A propósito de esta realidad es que quisiera traer el ejemplo que precisamente nos llega hoy desde Francia. Eric Zemmour, un candidato presidencial a las próximas elecciones y miembro de un partido político de ultraderecha, fue condenado por incitar el odio racial y lanzar insultos y comentarios raciales al decir en televisión, que los niños inmigrantes que llegan a Francia no acompañados eran “ladrones”, “violadores” y “asesinos”. Como otro Trump, Mr. Zemmour reafirmó sus comentarios pero a la diferencia de aquí, el candidato francés fue multado con 10,000 euros por una corte criminal en Paris. A diferencia de las leyes del “Land of the free”, las leyes francesas castigan la difamación o actos que provoquen el odio o la violencia basados en la raza, religión y otros factores.
Esta no es la primera vez que el candidato francés ha sido recriminado por estas razones. Sus posiciones políticas con relación a la discriminación contra el inmigrante tienen sus raíces en una retórica nacionalista y apocalíptica muy semejante a la que sustenta Trump. Durante su carrera política, el Sr. Zemmour ha insistido en que los niños que llegan a la frontera sin sus padres, “no pertenecen aquí, ellos son ladrones, ellos son asesinos, violadores, eso es lo que ellos son. Ellos deben ser devueltos, ellos no debieran venir.”
La retórica del político francés no es diferente a la que aquí ha sustentado Trump y los grupos racistas de ultraderecha. La única diferencia es, que en Francia al menos la estigmatización racista conlleva una penalidad, hecho que no sucede aquí en la tierra llamada “The land of the free”.
