Por Edith Reyes

 

GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH) - Durante 2020, el mundo fue tomando conciencia de qué es el coronavirus y cuán peligroso se ha vuelto; una pandemia que se ha cobrado la vida de más de 800,000 personas solo en los Estados Unidos.

A medida que finaliza este año 2021, los funcionarios de salud locales y mundiales han intentado prevenir el contagio severo mediante la creación de vacunas, dosis de refuerzo e incluso píldoras para evitar que el COVID-19 cobre más vidas.

Por otro lado, este año que termina la atención se enfocó también en las protestas locales del grupo Justice for Black Lives (JFBL por sus iniciales en ingles) y los delitos de odio asiáticos.

A lo largo del año, se vio una lucha continua para prevenir más muertes, para crear soluciones y prevenciones y el surgir de variantes en el condado local de Kent. Un esfuerzo clave del Departamento de Salud del condado de Kent fue convertir la gran sala de espectáculos del DeVos Place, ubicado en 303 Monroe Ave NW, en una clínica de vacunas para quienes residen en el oeste de Michigan. La clínica abrió oficialmente a fines de enero y estuvo a cargo miles de voluntarios y trabajadores de la salud hasta el 21 de mayo.

Se dispuso de traductores de varios idiomas para ayudar durante este proceso a hacer que los que recibieron la vacuna se sintieran más cómodos en el gran espacio. La clínica también permitió que esas personas llevaran a una persona adicional a su cita de vacunación para recibir apoyo emocional. Se administraron más de 231,000 vacunas a miembros de la comunidad en esos cinco meses.

A medida que se impulsaban los esfuerzos para vacunar a la población de Michigan, muchos padres mostraron su desacuerdo con el mandato del departamento de salud del condado de Kent, de exigir que los niños usara unan máscaras durante el horario escolar. El 26 de agosto, la Junta de Comisionados del Condado de Kent tuvo una audiencia comunitaria abierta de casi ocho horas en el DeVos Place para escuchar las opiniones de los residentes con niños en las escuelas.

Casi todos los padres presentes, la mayoría de ellos blancos, no aprobaron los mandatos de máscaras escolares establecidos durante esa época del año. Algunos padres expresaron que algunos niños podrían tener dificultad para respirar con una máscara puesta, que aprender nuevas palabras o leer podría volverse más difícil ya que no verán al instructor mover sus labios para pronunciar ciertas palabras, y otros expresaron sus creencias bíblicas y políticas.

Durante esta reunión, muchos miembros de la comunidad pidieron la renuncia del director del Departamento de Salud del Condado de Kent, Adam London. El Dr. London días después denunció que desde ese día, había recibido amenazas y temió por su vida cuando un residente intentó sacarlo de la carretera mientras recibía amenazas violentas. El Departamento de Salud del condado de Kent finalmente emitió un comunicado una semana después, diciendo que el Dr. London tomó la decisión correcta al colocar el mandato de mascarilla para los estudiantes, ya que los casos de COVID han aumentado a través de la propagación de los niños y dentro de ellos mismos.

 

Al tiempo que las vacunas estuvieron disponibles para la comunidad de West Michigan, el grupo Justice for Black Lives (JFBL) no detuvo sus protestas mientras seguía los protocolos de seguridad de COVID. Mientras JFBL protestaban por los miembros de la comunidad local que estaban siendo arrestados sin una orden judicial, y abordados por la policía con fuerza excesiva mientras denunciaban otras injusticias nacionales. Miembros del grupo fueron arrestados experimentando estas mismas situaciones. La difícil relación entre el grupo y el Departamento de Policía de Grand Rapids no ha mejorado a lo largo del año, aunque los esfuerzos para dar a conocer las experiencias personales de JFBL y la capacitación de GRPD han salido a la luz en varias ocasiones.

Si bien la relación entre estos dos todavía está en proceso de mejorar, la comunidad asiática se unió después de un tiroteo en un spa en Atlanta, Georgia, que acabó con la vida de ocho personas, seis de ellas de ascendencia asiática. Robert Aaron Long, quien es blanco, se declaró culpable de 23 cargos en relación con el tiroteo que tuvo lugar el 16 de marzo.

El 17 de abril, la comunidad asiática en el oeste de Michigan se unió en el círculo de Rosa Parks para rechazar la promoción del odio hacia la comunidad asiática que ha escalado desde el año 2020 como consecuencia de la pandemia del COVID-19. El crimen ha sido catalogado como de odio racial impulsado por la propaganda que culpa a las personas de origen asiáticos como las creadoras y propagadoras del COVID-19. El expresidente Donald Trump siempre se refirió al Coronavirus como “el virus chino”. La senadora estatal Stephanie Chang estuvo presente en este evento y se la vio muy emocionada y angustiada por el tiroteo que afectó a su comunidad.

Ahora que el año 2021 llega a su fin, no cabe duda de que la pandemia ha seguido cambiando vidas. La adaptación se convirtió en una "nueva normalidad", ya que los funcionarios de salud presionaron a la comunidad para que se vacunara. 

También el 2021 fue un año de reclamó de justicia para las personas de las comunidades minoritarias y de promoción por el fin de los delitos de odio para estas mismas comunidades.