RAWALPINDI, Pakistán (AP) — Tras varias crisis diplomáticas en 2011,
Estados Unidos y Pakistán buscan redefinir su problemática relación,
empezando por dejar de suponer que sus objetivos comunes e intereses
compartidos pueden prevalecer sobre las sospechas mutuas, especialmente
tras el cruento incidente militar de noviembre.
Para Pakistán, eso significará menor cooperación con Washington y menos ayuda financiera del contribuyente estadounidense.
Para Estados Unidos significará menos cooperación paquistaní para acabar con la guerra de Afganistán.
Funcionarios de ambos países dijeron que la matanza de noviembre de 24 soldados paquistaníes en un bombardeo de la OTAN y la negativa de Washington a disculparse ha cambiado las relaciones bilaterales.
Los funcionarios civiles y militares estadounidenses dijeron que el incidente fue una tragedia debido a errores de ambas partes, insistiendo que Pakistán disparó primero, lo que niegan los paquistaníes.
La reacción de Pakistán enojó al Congreso y otros sectores estadounidenses, que la consideran poco fiable o ingrata.
Un funcionario de la Casa Blanca reconoció que las muertes dificultaron la cooperación entre Estados Unidos y Pakistán, así como ciertas limitaciones impuestas indefinidamente por el gobierno paquistaní. El funcionario habló a cambio del anonimato debido a las negociaciones en curso.
Pakistán ha dejado ya de cobrar de Estados Unidos los gastos de su guerra contra el terrorismo conforme al Fondo de Respaldo a la Coalición creado por Washington tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Además, Pakistán reducirá el número de militares estadounidenses en su territorio, limitará los intercambios militares con Estados Unidos y fortalecerá las relaciones con sus vecinos, como China, que según Islamabad han sido más confiables
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