NACIONES UNIDAS (AP) — La jefa del Programa Mundial de Alimentos dijo que en una situación sin precedentes, el organismo de la ONU está respondiendo a media docena de crisis a la vez que ayuda a una cantidad de refugiados como no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial.

En una entrevista con The Associated Press, Ertharin Cousin dijo que el número de personas que necesitan ayuda alimentaria crece sin cesar y que las demandas abruman a la comunidad de donantes, que ha sido "increíblemente generosa", encabezada por Estados Unidos con 1.600 millones de dólares.
Hay en desarrollo cuatro crisis humanitarias del máximo nivel —Irak, Siria, República Centroafricana y Sudán del Sur_, además de los cientos de miles de personas atrapadas en el brote de ébola en Africa occidental y más de 50 millones de refugiados, buscadores de asilo y personas desplazadas en sus propios países alrededor del mundo, dijo Cousin.
Debido a la escasez de fondos y la demanda creciente de los cuatro países, los refugiados y los países más afectados por el ébola, el PMA se ha visto obligado a reducir algunas raciones y distribuciones, añadió.
El PMA se financia con donaciones, y más del 90% de su presupuesto proviene de los gobiernos, muchos de los cuales tienen sus propios problemas financieros, dijo Cousin. "Les imploramos que sigan siendo generosos porque vivimos en un planeta muy pequeño y no podemos dar prioridad a un niño hambriento sobre otro".
Incluso en Siria, donde el PMA distribuyó alimentos en agosto a 4,1 millones de personas después de bregar durante años para obtener acceso, "tendremos que reducir las raciones a esas personas que apoyamos dentro de Siria (y) reducir el tamaño de los vouchers a los sirios refugiados" fuera del país", dijo Cousin.
La funcionaria dijo que en los últimos dos meses, el gobierno sirio y la oposición han empezado a responder a los pedidos del PMA de mayor acceso, lo cual ha permitido incrementar las entregas de ayuda a través de las líneas de conflicto. Los convoyes humanitarios están entrando a Siria a través de dos retenes en Turquía y uno Jordania, autorizados por el Consejo de Seguridad de la ONU, añadió.
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