WASHINGTON (AP) — Noticias recientes ofrecieron un nuevo ejemplo del modo en que el sistema médico de Estados Unidos somete a sus pacientes a demasiados exámenes médicos. Esta vez fue una investigación según la cual millones de mujeres de mayor edad no necesitan exámenes exploratorios de osteoporosis con tanta frecuencia.

Asimismo, muchos grupos de expertos dicen que se abusa del examen de cáncer, ya sea desde mamografías demasiado prematuras a pruebas de cáncer de próstata que podrían no ayudar a salvar vidas.

Y no es solamente el cáncer. Algunos de los exámenes rutinarios en consultorios u hospitales están siendo sometidos a revisión, como electrocardiogramas o radiografías antes de cirugía electiva. Puede que también se estudie la necesidad de los exámenes pélvicos a las mujeres.

Preocupa que, si se dan con demasiada frecuencia, estos exámenes podrían ser una pérdida de tiempo y de dinero, e incluso resultar perjudiciales si provocan falsas alarmas que obligan a tratamientos.

Esto plantea la pregunta de lo que conviene durante una visita al médico.

A las personas de 65 años o más, el seguro Medicare de Estados Unidos ofrece una lista de exámenes para imprimir y discutir durante la nueva visita anual al médico, un servicio que comenzó el año pasado. A partir de noviembre, más de 1,9 millones de personas de edad han aprovechado la revisión gratuita.

Para los adultos más jóvenes, es más difícil determinar lo que es necesario o no. Sea cual fuere su edad, algunas campañas pueden resultar útiles, sobre todo las que recopilan listas de exámenes que sus médicos podrían ordenar más por hábito o por temor a una demanda que por necesidad científica.

"Con demasiada frecuencia, ordenamos exámenes sin detenernos a pensar si el resultado ayudará al paciente", escribió la doctora Christine Laine, editora de Anales de Medicina Interna, que este mes publicó una lista de 37 situaciones en las que se ordenan exámenes innecesarios.

Ni siquiera los médicos son inmunes a esta situación en lo que se refiere a su propia salud. El doctor Steven Weinberger, del American College of Physicians (Colegio Estadounidense de Médicos), quiso operarse de un desgarro de cartílago en la rodilla hace un año. El hospital requirió antes una radiografía de pecho, un electrocardiograma y un examen de sangre, exámenes que dijo no son recomendados para ninguna persona saludable con escasos riesgos de complicación.

Weinberger debía saberlo bien: él dirigió el equipo que recopiló esa nueva lista de exámenes superfluos. Los tres ejemplos están en la lista.

"Si alguien tenía objeciones debía ser yo, pero opté por la salida fácil", explica. "No quise hacer un planteamiento, francamente"


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