AP-.-Un sargento de infantería de marina cuyo escuadrón mató a 24 civiles iraquíes inermes, en ataques después que una bomba mató a un compañero, dijo a un juez que nunca disparó su arma contra ninguna mujer o niño ese día.

El sargento Frank Wuterich compareció ante un tribunal en el Campamento Pendleton, en California, durante la fase de sentencia por descuido negligente del deber en los ataques del 2005 en Haditha, Irak.
Un acuerdo convenido el lunes puso fin a un caso por homicidio contra el soldado de Meidien, Connecticut. Los fiscales implicaron a Wuterich en 19 de las 24 muertes.
"La verdad es que nunca disparé ninguna arma contra ninguna mujer ni niño ese día", dijo el acusado en una declaración durante la audiencia de sentencia.
Refiriéndose a los familiares de las víctimas, dijo, "no tengo palabras para manifestar mi pesar por la pérdida de sus seres queridos. Sé que no hay nada que pueda decir para aliviar su dolor".
Agregó que fue a Irak para cumplir con su deber, servir a su país y hacer el mejor trabajo posible.
"Cuando mis infantes de marina y yo despejamos esas casas ese día, respondí a lo que sentí como una amenaza y mi intención era eliminar esa amenaza para mantener vivos al resto de mis infantes de marina", agregó. "Por eso cuando dije a mi equipo que disparasen primero y averiguasen después, la intención no era que dispararan contra civiles sino que no vacilaran frente al enemigo".
Durante el juicio, los fiscales sostuvieron que perdió el control después de ver a su amigo destrozado por una bomba y que dirigió a sus hombres en un ataque furioso a dos casas cercanas, abriéndose paso a tiros y granadas. Entre los muertos había un hombre en silla de ruedas.
Los fiscales militares trabajaron durante más de seis años para llevar a Wuterich a juicio por cargos de homicidio que podrían haberle significado una prisión perpetua.
Pero semanas después del comienzo del juicio ofrecieron a Wuterich un acuerdo que puso fin al proceso del militar que protagonizó uno de los ataques más graves de soldados estadounidenses contra civiles iraquíes.
El marine de 31 años, que había sido acusado originalmente de asesinato no premeditado, se declaró el lunes culpable de descuido negligente del deber por haber conducido a la escuadra que mató a los civiles.
Wuterich enfrenta ahora no más de tres meses de cárcel.
Fue un resultado inesperado para el último acusado en el caso que alguna vez se comparó con la matanza de My Lai en Vietnam. Los otros siete infantes de marina acusados inicialmente fueron exonerados o les levantaron los casos.
"Yo esperaba que la justicia estadounidense sentenciara a esta persona a prisión perpetua y que apareciera y confesara frente a todo el mundo que había cometido este crimen, para que Estados Unidos pudiera demostrarse como democrático y justo", comentó uno de los sobrevivientes, Awis Fahmi Hussein, a The Associated Press en Haditha.
El ataque de Haditha está considerado entre los momentos decisivos de la guerra, manchando todavía más la reputación de Estados Unidos cuando estaba por el piso tras la difusión de fotos del abuso de prisioneros por parte de soldados estadounidenses en la prisión de Abu Ghraib.
Todavía sigue provocando indignación en Irak.{jcomments on}