Tal vez, Mitt Romney está consiguiendo algo del mojo de Lady Gaga.

O quizás es la gran velocidad con la que dio marcha atrás en los temas que le interesan a los Latinos.

Pero en la semana en la que ha estado invirtiendo millones de dólares y cada momento de vigilia en Florida, Mitt está produciendo un giro en las encuestas de proporciones Newt-onianas.

Newt Gingrich salió de su victoria en las primarias de Carolina del Sur el 21 de enero, como un cohete que salió de la plataforma de lanzamiento de Cabo Cañaveral. Las encuestas lo mostraban aventajando a Romney en Florida, y acumulando una cómoda ventaja.

Pero en más o menos una semana, lo mismo le sucedió como pasa luego de uno de los despegues de la NASA -el impulso que recibió de los dos debates previos a la votación de Carolina del Sur se terminó, y el ex vocero de la Casa de Representantes está cayendo rápidamente a tierra.

Ahora es el turno de Mitt. En las últimas encuestas del domingo, tenía 11 puntos de ventaja sobre Gingrich y parece que aún continúa escalando. Es casi exactamente lo mismo que pasó con Newt antes que los votantes de Carolina del Sur fueran a las urnas.

Di gracias, Mitt.

Gran parte del resurgimiento aparentemente vino de los Latinos. (Así que no, no parece que Lady Gaga tuvo que ver con él, incluso si ella está tratando de derribar la ayuda supernatural de los traficantes de rumores de Internet que han estado tratando de conectarla con el mismo.)

Una encuesta sobre decisión latina difundida el pasado miércoles, mostró cómo los votantes hispanos de Florida favorecía a Romney 35 a 20 por sobre Gingrich. (A pesar de un total de 21 por ciento de indecisos).

Romney tuvo el apoyo del ícono e influyente 'Tres Amigos' -Ileana Ros-Lehtinen, and Lincoln y Mario Diaz-Balart- que presuntamente le dio un poderoso empujón entre los votantes cubano-americanos. El viernes recibió el apoyo del gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño. Eso lo pudo ayudar con algunos republicanos puertorriqueños que ahora son la segunda más larga comunidad de votantes en el estado.

Y Romney, quien llegó a Florida jurando inequívocamente -y en repetidas ocasiones- que é vetaría el DREAM ACT de convertirse en presidente, tuvo un cambio de actitud. O, al menos, él dijo que tenía una nueva posición. (Algunos comentaristas menos caritativos podrían decir que Romney mostró esta semana que puede dar mejores giros que un clavadísta olímpico.)

Ahora él dice que podría apoyar la mitad del DREAM ACT.

Sus palabras exactas, dos días después de arribar al estado del 'sol brillante', fueron: "Yo no firmaría el DREAM ACT así como existe en la actualidad, pero firmaria el DREAM ACT si estuviera enfocado al servicio militar".

Quizás el cambio repentino no tiene nada que ver con que él llegó al primer estado donde el voto latino importa. Por otro lado, tal vez sí. ¿Quién sabe?

Lo que es un hecho, es que dicha Florida hispana representa casi el 14 por ciento de los votantes, y el 11 por ciento de los votantes republicanos.

Y los favoritos en la carrera del partido republicano han hecho una delicada danza a través del estado desde la semana pasada - a un ritmo decididamente latino.

Esta vez, los hispanos cuentan. Romney y Gingrich, ambos saben eso.

Ambos han estado dedicando enormes cantidades de tiempo de campaña, y un montón de dinero en publicidad, para cortejar a los hispanos de Florida.

En Carolina del Sur, ambos pudieron haber apoyado las leyes que permiten la dura represión de policías para detener a cualquier persona que piensen, 'se parece' a un inmigrante ilegal. Romney pudo haber abrazado con orgullo el respaldo de Kris Kobach, el arquitecto detrás de las estrictas leyes contra los inmigrantes indocumentados en Arizona y Alabama.

Pero esto es Florida. La inmigración importa. Incluso para los que no se ven directamente afectados como los cubano-americanos o lo puertorriqueños. Casi todos conocen a alguien que lo está. Y la idea de echar a los hijos que nunca supieron que sus padres los trajeron de manera ilegal, o deportar a los padres indocumentados de niños que nacieron aquí, no se ve muy bien.

Como el senador de Florida, Marco Rubio, describió en un encuentro de líderes hispanos conservadores. "Para la gente de nuestra comunidad, el tema de la inmigración no es teórico. No es una cuestión de estadísticas. No siempre ha sido una cuestión de leyes y orden. Es un tema relacionado con sus vidas y con la de la gente que aman".

Quizás ese es el tipo de pensamiento que hizo a Romney cambiar su rumbo sobre el DREAM ACT. O quizás el sólo está pescando votos.

La gran pregunta es qué es lo que los hispanos creen de él.

Lo sabremos este martes.{jcomments on}