Por Richard Kessler
He observado un aumento en las personas especialmente mujeres Centro Americanas quienes están intentando cruzar la frontera de los Estados Unidos en busca de asilo político. Las mujeres creen que al llegar a la frontera se les concederá asilo político y que podrán entrar libremente sin ser detenidas y sin tener que pagar una fianza.
Este mal entendido se debe a que recientemente las cárceles de inmigración cercanas a la frontera estaban saturadas, por lo consiguiente cuando las mujeres llegaban a la frontera las autoridades de inmigración muchas veces les permitía entrar al país sin pagar fianza para que luego aplicaran por un asilo político, esto ocurría ocasionalmente por un corto período. Actualmente lo que está pasando es que cuando las mujeres llegan a la frontera son detenidas y casi siempre son remitidas a diferentes cárceles de los Estados Unidos, como a Michigan, Colorado y Pennsylvania. Una vez detenidas en las cárceles tanto las mujeres, sus familiares y amigos quienes desean apoyarlas para quedarse en los Estados Unidos comienzan un confuso proceso legal en el cual las posibilidades de lograr un resultado favorable disminuyen grandemente cuando no se tiene un asesoramiento legal de un abogado experto de inmigración.
El proceso de solicitar asilo político comienza con una entrevista minuciosa conocida como, miedo creíble - (credible fear), de casi cuatro horas con un oficial de asilo de inmigración, sí el oficial cree que la mujer tiene las pruebas suficientes para establecer un caso de asilo político entonces le dará la oportunidad de tener una audiencia formal ante un juez de inmigración. Esta audiencia formal es solamente para solicitar la libertad condicional; el monto de la fianza oscila entre los 3,000 a 20,000 dólares. Para que el juez otorgue la libertad condicional la mujer tiene que demostrar que tiene una buena base para solicitar el asilo, que tiene un lugar para vivir y que asistirá a las cortes de inmigración, sí el juez considera que la mujer no cumple con lo antes descrito no le concederá salir bajo fianza y ésta tendrá que solicitar el asilo político desde la cárcel si así lo desea o tendrá que solicitar formalmente ser enviada a su país de origen.
Los casos de asilo de político son uno de los más difíciles de ganar, durante mis largos años de experiencia en el campo de inmigración he visto que menos del 50% de estos casos son otorgados. Las posibilidades se minimizan si la persona, en este caso la mujer, no busca un asesoramiento legal. Un caso de asilo político debe de estar respaldado por evidencias documentadas no es suficiente decir que el motivo de inmigrar es debido a la violencia que se vive en el país de la persona, esto no es una buena base para obtener el asilo.
También existe otra situación en la cual la mujer detenida haya sido deportada o removida anteriormente, de ser este es el caso el oficial de asilo no le dará la oportunidad presentarse a una audiencia formal ante el juez para solicitar libertad condicional, sin embargo si la mujer tiene méritos para pelear el caso de asilo político lo tendrá que hacer desde la cárcel lo cual puede llevar meses.
Si hay alguien que está pasando por la situación aquí establecida, yo tengo contacto con abogados de todos los Estados Unidos para ayudar a las personas que son detenidas en cárceles de otros estados.
OTRO AÑO MÁS DE CABILDEO EN WASHINGTON, D.C.
Este año nuevamente estaremos mi esposa, Lucy Ivonne Godoy, y yo junto a otros abogados de migración de todos los Estados Unidos abogando por la ansiada reforma migratoria en el Congreso de esta nación. No nos cansaremos de tocar las puertas y quizás logremos tocar finalmente la conciencia de los representantes de la Cámara Baja para que escuchen el clamor de toda una comunidad que ha estado sufriendo grandemente, durante esta última década, las consecuencias de un sistema de migración disfuncional. Ya es hora, es más se les ha pasado la hora a los legisladores en cuanto a reformar el sistema de migración, el tema de la legalización es solo un aspecto por el cual deben de hacerlo, existen situaciones mucho más complejas que ya están afectando a los Estados Unidos y que a largo plazo tendrán que pagar un precio muy alto por estar renuentes a reformar el sistema. Yo pienso que estamos llegando a un punto decisivo o bien para que dichos representantes se pongan a trabajar en una reforma migratoria comprensiva y justa o para que Obama se “ponga los pantalones” y decida él mismo tomar cartas en el asunto y reformar el sistema de migración. Necesitamos terminar con el juego político de los legisladores especialmente el de los Republicanos y de esta manera terminar con el sufrimiento y la separación de millones de familias inmigrantes. La próxima semana les informare de cómo nos fue en este cabildeo. ¡SÍ SE PUEDE!
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