TOPEKA, Kansas, EE.UU. (AP) — Una nueva política que reduce o niega ayuda alimentaria a cientos de hijos nacidos en Estados Unidos de padres que viven ilegalmente en el país es justa para decenas de miles de otras familias, argumentó el lunes una alta funcionaria de servicios sociales de Kansas.
Algunos legisladores republicanos dijeron estar de acuerdo con el cambio.
Michelle Schroeder, directora de políticas públicas del Departamento de Servicios Sociales y de Rehabilitación, también le dijo al Comité de Asignación de Fondos de la Cámara de Representantes que las normas federales permiten la modificación, introducida por su agencia el 1 de octubre.
El Departamento de Agricultura financia el programa de cupones de alimentos, aunque los estados son los encargados de administrarlo.
La modificación afecta la forma en que se calcula el ingreso de los hogares con el fin de determinar si una familia puede participar en el sistema de cupones, conocido ahora como Programa Suplementario de Asistencia Nutricional (SNAP, por sus siglas en inglés).
Anteriormente, Kansas, como la mayoría de los otros estados, descontaba una porción del ingreso de una familia si algunos de sus miembros no podían demostrar que estaban legalmente en Estados Unidos.
El Departamento de Servicios Sociales y de Rehabilitación calcula que 1.042 hogares con miembros que están en el país sin autorización han perdido esta prestación desde el 1 de octubre, lo cual afecta a 2.066 niños nacidos en Estados Unidos, aunque la agencia no pudo decir cuántos perdieron sus cupones de alimentos específicamente debido al cambio en las políticas.
Los defensores de los inmigrantes y de los pobres han criticado esta medida, y los demócratas presionaron al Comité de Asignación de Fondos para que pida explicaciones a la administración del gobernador republicano Sam Brownback.
Schroeder dijo que, en promedio, se permitía que las viviendas con habitantes en situación migratoria irregular tuvieran un ingreso adicional de 908 dólares al mes y aún así pudieran solicitar cupones de alimentos, lo cual los ponía por delante de 106.000 hogares sin inmigrantes que no cubrían los requisitos para recibir cupones.
En la actualidad, unas 141.000 viviendas reciben prestaciones del SNAP.
"Simplemente sentimos que era intrínsecamente injusto que los ciudadanos estadounidenses tuvieran que sujetarse a un estándar más elevado", afirmó Schroeder. "Queríamos pasar a un sistema que fuese igualitario".{jcomments on}
