LONDRES - Un medicamento experimental que bloquea determinados receptores cerebrales puede reducir los deseos de nicotina en ratas y babuinos adictos a la sustancia, un hallazgo que los investigadores dicen que podría llevar al desarrollo de nuevas medicinas para ayudar a las personas a dejar de fumar.
El fármaco en estudio, llamado GSK598809, pertenece a una clase de compuestos que bloquean un tipo específico de receptor de la dopamina en zonas clave del cerebro relacionadas con la adicción al tabaco.
El medicamento ahora está listo para ser probado en ensayos clínicos de etapa inicial en humanos, dijo Manolo Mugnaini, investigador del Centro Aptuit para el Descubrimiento y Desarrollo de Fármacos en Verona, Italia, antiguamente propiedad de GlaxoSmithKline.
La medicina fue desarrollada originalmente por GSK, pero el laboratorio británico decidió en el 2010 finalizar la inversión en algunas áreas de investigación neurocientífica, y detuvo el trabajo sobre GSK598809 como parte de esa decisión.
El compuesto ahora forma parte de un proyecto de investigación que usa controles cerebrales por imágenes para explorar los mecanismo del cerebro detrás de la impulsividad, el estrés y la adicción.
Estudios previos han demostrado que la nicotina en el humo
del tabaco aumenta la emisión del químico cerebral dopamina en
el estriado ventral, el cerebro medio o mesencéfalo y el globo
pálido, todas partes del cerebro que se cree que juegan un papel
central en la adicción de los fumadores.
La Organización Mundial de la Salud estima que hay 1.000
millones de fumadores a nivel global y que el tabaco provoca la
muerte de hasta la mitad de sus consumidores.
MENOS ANSIEDAD
Mugnaini señaló que las pruebas con animales y estudios muy
preliminares con humanos sugerían que GSK598809 bloquea los
receptores de la dopamina en el cerebro conocidos como
receptores D3, y ayuda a reducir la ansiedad.
"Esta es la primera vez que hemos tenido señales de eficacia
en humanos con esta clase de medicamentos", dijo Mugnaini a
Reuters.
"Tenemos imágenes del fármaco yendo al blanco esperado, el
subtipo D3 de receptores de la dopamina, en zonas cerebrales que
juegan un rol clave en la adicción a la nicotina", agregó.
El autor destacó que siguiendo el modelo basado en la toma
de imágenes cerebrales se puede controlar el desempeño del
medicamento en los humanos de una manera eficaz.
Los hallazgos del estudio fueron publicados el miércoles en
la revista Neuropsychopharmacology.
La Asociación Pulmonar Estadounidense (ALA) estima que el
fumador promedio tiene que intentar seriamente entre cinco y
seis veces hasta poder dejar definitivamente el hábito (Reuters)
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