MEXICO (AP) — Un juzgado mexicano ordenó el viernes que Alondra Díaz, hija de una mujer estadounidense que llevaba ocho años buscándola, vuelva con su madre una vez que las pruebas de ADN confirmaron la identidad de la menor, un caso que generó polémica en México porque en abril se envió a Texas a una niña equivocada.
La jueza Cinthia Elodia Mercado dijo que la petición de la madre, Dorotea García, era válida, por lo que determinó que la niña podía regresar con ella. Previsiblemente viajarían el viernes a Texas.
Los análisis de ADN indicaron que la niña de 13 años es hija de García, de Houston, que lleva buscándola desde 2007 luego de que el padre, Reynaldo Díaz, se la llevó a México sin su consentimiento, señaló el procurador José Martín Godoy Castro el jueves por la noche.
No obstante, Mercado añadió que, además de las pruebas genéticas, había otros muchos datos que la hicieron resolver en ese sentido, como "la opinión de la menor y las manifestaciones de las personas que hicieron su entrega voluntaria".
"La menor manifestó desde un primer momento el querer estar con su madre", afirmó la magistrada tras dictar el fallo y hacer una "entrega inmediata" de la niña a García para los efectos de que ella "asuma su responsabilidad como progenitora".
La búsqueda de Alondra Díaz atrajo la atención internacional el mes pasado cuando la misma magistrada determinó que otra adolescente, Alondra Luna, de 14 años, era la menor robada y ordenó su entrega a García por la fuerza
En las redes sociales y en los medios de comunicación circuló un video en el que se veía a Luna gritar y resistirse cuando varios policías mexicanos la llevaban a la fuerza a un automóvil tras la decisión judicial. Fue trasladada a Texas, donde le hicieron pruebas de ADN que indicaron que no se trataba de la niña buscada, por lo que fue devuelta a sus padres.
En esta ocasión, aunque Mercado dijo el martes que la identidad de la menor estaba "establecida" porque todas las partes se reconocieron, la fiscal encargada del caso quiso cerciorarse para no volver a cometer un error como el de abril y antes de permitir la entrega a García ordenó las pruebas genéticas.
La diferencia del trato recibido por Alondra Díaz en comparación con el que sufrió Alondra Luna en abril hizo que Luna y sus padres se presentaran el viernes en el juzgado de Los Reyes para exigir una disculpa de la jueza Mercado y de García, pero aunque esperaron durante horas no fue posible.
"Se la llevaron muy resguardada con mucha policía, salió muy rápido", explicó a la AP Susana Núñez, madre de Alondra Luna. "Mi niña quería hablar con la otra Alondra pero no pudo".
Las dos adolescentes no intercambiaron palabra alguna. Alondra Díaz y su madre salieron con custodia policial y se metieron con rapidez en la parte trasera de un coche, donde ambas se abrazaron. García sonreía ampliamente.
Según la jueza, la custodia fue necesaria para "garantizar un ambiente de seguridad, de protección hacia la menor y hacia la madre", puesto que la otra familia esperaba afuera.
Mercado no accedió a recibir a la familia de Luna y quiso dar el tema por zanjado.
"Esto ya se terminó; aquí ya concluyó", dijo.
Pero su familia no lo ve así. Núñez subrayó que el lunes presentarán las denuncias correspondientes por el "maltrato" sufrido por su hija. "Queremos dejar claro que a mi niña le pisotearon todos sus derechos", señaló.
"Yo lo veo como un secuestro que ordenó la juez", indicó el padre, Gustavo Luna.
El caso seguirá abierto en México donde, al margen de los procesos legales que inicie la familia de Luna, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha abierto una investigación para determinar las responsabilidades por las violaciones a los derechos de la primera niña.
Ajenas a ese problema, Alondra Díaz y Dorotea García dejaron el viernes los juzgados de la localidad de Los Reyes, en el estado occidental de Michoacán, sin hacer ninguna declaración y después de una semana de audiencias, tensión y mucha emoción desde que el martes se reencontraran en una de sus salas.
"No se pudo evitar sentir el impulso de correr una a los brazos de la otra, pidiendo con los ojos la autorización de la jueza", explicó entonces García a la prensa.
Hasta que se tuvo la comprobación de la identidad de Alondra Díaz, la niña estuvo con su madre en un hotel de la localidad de Los Reyes, acompañadas por un funcionario de la Procuraduría del Menor y por familiares paternos.
La abuela paterna de la niña y varios tíos acudieron el lunes al juzgado con la menor por encargo de su padre Reynaldo Díaz para iniciar los trámites de entrega a la madre.
Al día siguiente, explicó García, Alondra Díaz le pidió que retirara la denuncia contra su progenitor y ella mostró su disposición a hacerlo.
"No es de mi interés, si ya tengo a mi hija conmigo, que él termine en la cárcel", afirmó.
Desde que comenzó el proceso de entrega, Alondra Díaz no ha hecho declaraciones, pero antes de llegar al juzgado se mostró con el corazón dividido durante una entrevista con Univisión.
"Sí estaba contenta con mi papá, sí me sentía feliz, pero a la vez sentía que me faltaba algo... Me faltaba tener el cariño de mi mamá, porque tiene mucho tiempo que no la veo", explicó la niña entre lágrimas. "Pero también quiero estar con mi papá".{jcomments on}