WASHINGTON (AP) — La victoria espectacular de Mitt
Romney en la Florida es una advertencia para los demócratas convencidos
de que el gobernador de Massachusetts será un adversario fácil de
vencer.
Romney y sus asesores hicieron gala de destreza, inteligencia y tenacidad para reformar su campaña apenas horas después de su humillante derrota en Carolina del Sur el 21 de enero. Romney no se apartó un milímetro de la nueva hoja de ruta.
En los dos debates en la Florida destrozó a Newt Gingrich, quien pasó los últimos días de la campaña estatal refunfuñando y tratando de recuperar el equilibrio. Convocó a decenas de republicanos influyentes para que fustigaran a Gingrich. Adicionalmente, rehizo su imagen del republicano más apto para desafiar a Barack Obama en noviembre.
Los demócratas "quieren reconfortarse con la idea de que una campaña competitiva nos dejará divididos y débiles", dijo Romney a la multitud que lo aclamaba después de la victoria del martes por la noche. "Pero sepan esto: Una primaria competitiva no nos divide. Nos prepara. ¡Y ganaremos!"
La victoria de Romney dista de estar asegurada. Gingrich podría resucitar como hizo después de la derrota en Iowa, aunque los conocedores de la interna republicana dicen que las probabilidades no lo favorecen.
Si Romney obtiene la candidatura, sus tácticas de campaña dinámicas podrían perjudicarlo en la búsqueda de votos independientes. Adicionalmente, Obama podría montar un ataque más hábil a su trayectoria como presidente de la financiera bolsa Bain Capital y sus cambios de posición en asuntos cruciales a lo largo de los años.
Sin embargo, las declaraciones autocomplacientes de algunos demócratas según los cuales Romney es un tipo blando e incapaz de absorber golpes se han visto refutadas.
"Se diría que la campaña de Mitt Romney ha superado una prueba crucial y se ha convertido en la clase de campaña que necesitamos para derrotar a Barack Obama", dijo el veterano estratega republicano Terry Holt.
Lo más impresionante de la victoria en la Florida es la rapidez con que el equipo de Romney cambió la marcha después de la derrota por 12 puntos en Carolina del Sur. El equipo concibió la nueva estrategia horas antes de conocer los resultados oficiales: Romney pasaría al ataque para descolocar a Gingrich.
Desde luego, Romney tuvo ventajas en la Florida que difícilmente tendrá en las elecciones presidenciales, de obtener la candidatura.
Su victoria "fue impulsada por una ventaja de 4,5 a 1 en el gasto de campaña que no tendrá cuando sea el candidato", dijo Robert Gibbs, un asesor de Obama. Añadió que Romney dañó su imagen entre votantes independientes e hispanos al emplear un "tono duro y negativo" y adoptar posiciones de ultraderecha sobre inmigración.
Otros demócratas están impresionados con Romney.
"La idea de que una primaria es como un bombardeo naval que ablanda al enemigo es un mito", dijo Matt Bennett, un ex asesor del vicepresidente Al Gore. "Una primaria es como una serie de peleas que preparan al boxeador para la gran pelea por el título. Recibe algunos golpes, pero en definitiva se convierte en un boxeador más hábil y fuerte", agregó.
Eso es aparentemente lo que le sucedió a Romney en la Florida
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