BEIRUT (AP) — Dos líderes de la disidencia siria renunciaron el miércoles al principal grupo de oposición surgido durante el levantamiento de un año contra el régimen de Damasco, y uno de los renunciantes dijo que la organización se ha tornado "autocrática".
Las renuncias en el Consejo Nacional Sirio propinaron un nuevo golpe a la oposición, afectada por una mala organización y pugnas internas desde que estalló la revuelta popular contra el presidente autoritario Bashar Assad, hace un año, con protestas que exigían una reforma política.
En tanto, Amnistía Internacional emitió en la jornada un reporte, según el cual, las autoridades sirias torturan habitualmente a los detenidos desde que comenzó la revuelta.
Uno de los disidentes que renunciaron, Kamal al-Labuani, acusó al liderazgo del Consejo de controlar el trabajo del organismo y de marginar a la mayoría de sus 270 miembros.
"No hay consejo, es una ilusión", lamentó al-Labuani, quien durante años se opuso al régimen de la familia Assad, antes de ser detenido en 2005. Se unió al consejo poco después de noviembre, cuando se le liberó.
Acusó al jefe del consejo Burhan Ghalioun y a otros de liderar la organización en forma autocrática. Incluso, la comparó con el partido Baath del propio Assad.
"Ellos tratan de crear un régimen autocrático dentro del consejo", señaló "No hay un grupo de trabajo. Todos trabajan para sí mismos, y el pleno del consejo no se ha reunido una sola vez".
Agregó que otra integrante de la organización, Catherine al-Talli, renunció, y advirtió que otros más se marcharán.
Amnistía Internacional, con sede en Londres, dijo que los detenidos eran golpeados con palos, cuerdas y con la culata de los rifles, y a veces suspendidos dentro de neumáticos para propinarles más golpizas. Otros eran abusados sexualmente o muertos.
Desde que los manifestantes tomaron las calles de Siria hace un año para pedir una reforma política, las fuerzas de seguridad han atacado con agresividad, emplazando francotiradores, soldados y matones a favor del gobierno para abatir cualquier señal de disidencia.
Mientras que la protesta se ha expandido y algunos en la oposición han tomado las armas para protegerse y atacar a las tropas del régimen, el levantamiento sirio se ha convertido en uno de los más sangrientos de la Primavera Arabe. Más de 7.500 personas han muerto, según las Naciones Unidas, en su mayoría manifestantes pacíficos.
Amnistía Internacional basó su reporte en entrevistas hechas a mediados de febrero a decenas de sirios que han huido al país vecino de Jordania. Veinticinco dijeron que han sido torturados o mal tratados, dijo el grupo.
La tortura parece ser parte de una estrategia para castigar e intimidar a los disidentes, dijo el grupo, que pidió a la Corte Criminal Internacional en La Haya que investigue cargos de crímenes contra la humanidad en contra de funcionarios sirios.
"La tortura y otros maltratos en Siria forman parte de un ataque extendido y sistemático en contra de la población civil llevado a cabo de manera organizada y como parte de una política de Estado, y por tanto, se considera como un crimen contra la humanidad", dijo.
El grupo dijo que documentó 276 casos de muertes en detención desde que empezó el levantamiento. Pero dado el elevado número de personas que han sido detenidas, dijeron que la cifra pudiera ser mucho mayor.
El reporte también acusa a los grupos armados de oposición de secuestrar y matar a personas que se cree están asociadas con el régimen, acciones que igualmente condena.
Funcionarios sirios no fueron encontrados de inmediato para hacer comentarios. El gobierno sirio culpa del levantamiento a extremistas armados que actúan como parte de una conspiración en el extranjero
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