(NAPSM)—Un accidente o enfermedad grave pueden ocurrir en cualquier momento, sin importar tu edad o condición de salud. Por eso, por es importante que platiques de tus preferencias del cuidado de la salud con tus seres queridos lo antes posible. Muchos de nosotros nos negamos a hablar sobre nuestras preferencias y nos sentimos incómodos nada más al pensar en ello. Evadir este tipo de conversaciones tan importantes puede resultar en conflictos dentro de la familia y confusión en el momento que estás más vulnerable.
Una de las primeras cosas que tienes que hacer para administrar tu planeación de cuidado avanzado es seleccionar a alguien en el que confíes como tu sustituto para el cuidado de la salud. El papel de esta persona será asegurar que tus preferencias para el cuidado de la salud sean comunicadas en caso de que en algún momento no puedas expresarlas tú mismo. El sustituto que selecciones puede que no sea la elección más obvia, por lo que antes de decidir, toma en cuenta lo siguiente:
• ¿Te conoce bien esta persona, y puede expresar tus valores, metas y deseos? Puedes pensar que tu cónyuge o un miembro de la familia no sean precisamente la mejor opción para ti—quizá porque él o ella esté muy involucrado(a) emocionalmente; o, tu cónyuge o familiar puede ser la mejor opción—sólo tú lo sabrás. Asegúrate que tu sustituto para el cuidado de la salud entienda los tipos de intervenciones médicas que quieres—y no quieres—bajo ciertas condiciones.
• ¿Podría tu sustituto para el cuidado de la salud trabajar efectivamente con las autoridades o burocracias y abogar por tus derechos?
• ¿Sería probable que él o ella esté localizable en todo momento?
Una vez que has seleccionado a tu sustituto para el cuidado de la salud, él o ella tiene la autoridad para actuar sólo si tú no puedes hacerlo por ti mismo, y debe de actuar conforme a tus deseos en distintas formas, incluyendo:
• recibir la misma información médica que tú recibirías;
• hacer preguntas y obtener explicaciones;
• solicitar consultas y segundas opiniones;
• aceptar o rechazar exámenes médicos, medicinas o tratamientos, incluyendo el tratamiento de soporte vital y/o donación de órganos, de acuerdo a tus preferencias;
• autorizar admisiones o transferencias a otro médico, organización o institución, incluyendo instalaciones de vida asistida, hospitales, hospicios y hogares de ancianos;
• tomar cualquier acción legal necesaria para llevar a cabo tus deseos para el cuidado de la salud.
Nunca es demasiado pronto para empezar a platicar de tus deseos para el cuidado de la salud. La tranquilidad de nuestros últimos días depende de las conversaciones que iniciamos hoy. Para encontrar mayor información sobre cómo elegir un sustituto legal para el cuidado de la salud en tu estado, visita www.caringinfo.org.{jcomments on}
