Señores, la democracia tiene muchas cosas buenas pero también muchas malas. Entre las buenas está, que el pueblo tiene libertad de expresarse sin ser reprimido y sus derechos les son respetados. Pero entre las malas está, que cualquier loco puede resultar electo presidente y causar una catástrofe. Ejemplos: Estados Unidos y Brasil. O sea, Donald Trump y Jair Bolsonaro.
Trompo Loco ignoró las alertas del Covid e indujo a sus seguidores a no vacunarse ni tomar medidas preventivas. Bolsonaro hizo lo mismo, y como consecuencia, Estados Unidos tiene mas de 750 mil muertos del Covid, y Brasil mas de 600 mil.
La diferencia entre estos casos es, que a Bolsonaro están a punto de someterlo a la justicia y a Donald Trump por elegirlo presidente de nuevo.
Por cierto, que el loco de Bolsonaro es tan sin juicio, que en estos días estaba criticando al director de Medio Ambiente de Estados Unidos, John Kerry, y decía “Jim Carrey”, el nombre del comediante.
¡Válgame Dios!
Para los que dicen que en Estados Unidos no hay racismo, ahí les va una: el pasado miércoles estaba supuesto a comenzar el juicio contra los tres hombres de Georgia que mataron a un joven afroamericano porque dizque pensaron que era un ladrón. La víctima, era solo un joven que estaba haciendo ejercicio, pero como tomó el camino de una urbanización de ricos, un idiota y su hijo, mas un vecino, lo persiguieron y lo mataron con una escopeta. El juicio fue suspendido porque el jurado que fue seleccionado para el mismo estaba compuesto por 11 personas blancas y un solo afroamericano. ¡Que justicia mas pareja!
El juez se disculpó y dijo que notó la situación porque el no es quien elige al jurado. Claro, que no vio nada extraño, pues eso es lo que pasa siempre.
Y hablando de Racismo, las pasadas elecciones dieron una muestra de que Trompo Loco puede volver a gobernar y los demócratas irse a llorar a la playita en las elecciones congresales de noviembre del 22 y en las presidenciales del 24.
En estas ganaron muchos trumpistas, entre ellos, el gobernador de Virginia. Ese señor, que responde al nombre de Glenn Youngkin, es una copia de Trompo Loco. Es millonario, no cree en las vacunas, no está de acuerdo con el uso de mascarillas, no cree en el cambio climático y no quiere saber de las minorías. ¡Que joya! Lo único que le falta es un traje blanco con capucha.
Los demócratas ya se dieron cuenta de que en las próximas elecciones se pueden quedar oliendo donde guisaron. Por eso el jueves se apresuraron a reescribir el proyecto de gastos de infraestructura, añadiéndole todas las cosas que los republicanos le habían quitado.
Esperamos que ahora los demócratas que se oponían a las ayudas sociales y a legalizar los indocumentados, se den que si no apoyan a su partido ahora se van a quedar juego y sin balón.
¡No hay mal que por bien no venga!
Cambiando de tema y para terminar, ya van a vacunar a los niños. ¡Ya era hora!
Como era de esperarse, ya comenzaron los pataleos, pero el que se lleve a cabo o no, esa necesidad será la muestra de si Doña Julia es presidente o solo un embeleco.
Nos vemos en los próximos jalapos si la virgencita lo permite.
