PARIS (AP) — Francia necesita una "descarga de
competitividad" para reactivar su economía, dijo el lunes un prominente
empresario que presentó —a petición del gobierno— una lista de
propuestas para ese fin, entre estas una reducción a los impuestos de
nómina por 30.000 millones de euros (39.000 millones de dólares).
Louis Gallois, que dirigió el consorcio de defensa e industria aeroespacial EADS —la compañía matriz de Airbus_, afirmó que en Francia es necesario reducir los trámites burocráticos para las empresas y mejorar las relaciones laborales para facilitar las reformas.
Sin embargo, lo más importante es que Francia incremente la calidad de sus productos a fin de que pueda preservar el nivel de vida de los trabajadores que tanto defienden los sindicatos.
"La industria francesa tiene poco margen de maniobra", dijo Gallois a la prensa después de entregar oficialmente su informe, que le fue encargado cuando Francois Hollande asumió la presidencia en el segundo trimestre. "Francia no consigue los márgenes de ganancias de los países que fabrican productos de alto valor agregado, y tiene que apegarse a los márgenes de los países de bajo costo", agregó.
El informe incluye 22 medidas para facilitar y hacer menos costoso que la industria francesa invierta en innovación a fin de incrementar la calidad de los productos que fabrica. Las propuestas van desde disminuir los impuestos de nómina hasta incrementar el número de pequeñas empresas que obtengan contratos públicos, así como la investigación en métodos para la extracción de gas de esquisto.
"Esto es lo que yo llamo un choque de competitividad, que es en verdad una sacudida a la confianza", indicó Gallois.
Sin embargo, existen dudas de que el presidente Hollande atienda las recomendaciones, porque durante semanas ha demandado una estrategia totalmente distinta, a decir, pequeños ajustes lentos en lugar de una terapia de choque.
Diversos economistas coinciden en que la situación es urgente para Francia. La quinta economía más grande del mundo se ha debilitado al paso de los años: su participación en el producto bruto global se redujo a la mitad desde 1990, a 2%, en tanto que la crisis de la deuda y la recesión mundial han exacerbado el problema
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