60 años de embargo a Cuba
Muchos cubanos en Estados Unidos que aman su país a pesar de haberlo abandonado, se oponen al bloqueo comercial sobre Cuba que cumplió el 3 de febrero 60 años de haber sido ordenado por el presidente John F. Kennedy.
La orden ejecutiva del mandatario norteamericano expresaba en sus considerandos, que la finalidad del embargo era “provocar hambre y desesperación y en consecuencia un cambio de gobierno”.
Después de eso han pasado 10 presidentes norteamericanos, murió el líder de la revolución, Fidel Castro, y el embargo continúa de manera más severa y convertido en ley por la administración de Bill Clinton en 1996.
Los principales promotores del embargo han sido los exiliados de la revolución y los grandes empresarios que abandonaron la isla tras perder sus propiedades.
Los primeros fueron altamente beneficiados por la política de refugiados de Estados Unidos, que quería mostrar a Cuba como un régimen criminal y así evitar que algunos éxitos de la administración comunista generaran en una epidemia de revoluciones en América Latina. Los segundos, los empresarios, tenían en su mayoría valiosas propiedades en La Florida y emigraron a Estados Unidos sin mas preocupación que haber perdido sus inversiones inmobiliarias en el país caribeño.
El embargo a Cuba, ha sido todos los años condenado casi unánimemente por la Asamblea de las Naciones Unidas, pero Estados Unidos ha hecho caso omiso a ello.
Varios presidentes norteamericanos han reconocido que el embargo a Cuba no ha hecho mas que daño a la población sin provocar ninguna reacción popular capaz de dar al traste con el régimen socialista.
Jimmy Carter, viajó a Cuba 20 años después de haber dejado la presidencia y declaró allí que el embargo era un crimen contra un pueblo que solo buscaba su bienestar. Barack Obama reconoció que el embargo es un error y una política fracasada, y abogó porque el mismo fuera eliminado. Pero el embargo es una ley, y aunque Obama reestableció las relaciones diplomáticas con la isla, no tenía competencia para derogarlo.
Bill Clinton, aunque firmó la ley del embargo, se negó a aplicarla en su conjunto porque la misma significaba despojar a la isla de obtener los elementos básicos de supervivencia como son los alimentos y las medicinas. Esas limitaciones a la aplicación de la ley las mantuvo la administración de George W. Bush, y obviamente la de Obama.
Pero en el año 2016 llegó al poder la mas aberrante de las administraciones que ha tenido la historia de Estados Unidos, la de Donald Trump, e impuso todas las letras de la ley Elmes Burton y agregó 43 nuevas sanciones al embargo económico.
Muchos cubanos en Estados Unidos y en Cuba, así como votantes norteamericanos, tenían la esperanza de que una vez terminara la administración Trump, la política hacia Cuba volvería a los rieles en las que la dejó caminando la administración de Obama. Las palabras de Joe Biden de que, “traería de nuevo a Estados Unidos a la normalidad”, fueron un aliento de esperanza para millones de cubanos que sufren carencias y limitaciones bajo cuyas cadenas apenas pueden sobrevivir.
Pero no resultó así, la administración de Biden dejó intactas las imposiciones de Trump y, por el contrario, ha intensificado sus afanes por producir un levantamiento social en la isla apretando con mas fuerza la cuerda sobre el cuello del pueblo de Cuba.
En el 2024, si Biden logra la reelección, no habrá cambios para Cuba. Si gana las elecciones Donald Trump, tampoco los habrá.
¿Qué le depara entonces el futuro a Cuba?
Habrá que adherirse a las palabras del fenecido líder panameño Omar Torrijos
“No hay colonialismo que dure cien años ni latinoamericano que los resista”.
